Una cristalina mirada cautivo mi alma,
Dejo en susurros mis palabras,
Hizo olvidar el rencor dándome calma
Y sostuvo mi desconsuelo en una caja.
Precisaste de eternidad para robar mis ojos
Ya que percibí como detuviste el tiempo
Encasillando todos mis recuerdos
Y desordenando mis sentimientos.
Nunca he sido buena con las exteriorizaciones
Es mas, siempre he creído en los atisbos
Que ayudan a evidenciar el espíritu
Y contribuyen a la discreción del corazón
Porque es muy difícil revelar el interior
Teniendo certeza de lo que se dice
Teniendo certeza de lo que se siente
Teniendo certeza de lo que se quiere
Aun así mi corazón se vislumbra
Frente a tu presencia bajo la luna
Se quebranta mi palpitar
Pierdo de una manera agradable mi tranquilidad