Sin volver a llorar

martes, 27 de octubre de 2009

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Solloce en silencio por varios minutos, esperando no ser oída, pero era imposible manejar las inspiraciones entrecortadas que venían desde mi pecho y afloraban como dejando salir la angustia y la pena que había quedado recluida en mi después de varias horas de llanto incontenible. El dolor quemaba dentro de mi cuerpo y me sentía estupida y débil, debilidad que se convirtió en mi vulnerabilidad y que hoy me destrozaba. Bajo las mantas de mi cama escondía mi desconsuelo, la tristeza, el desamor que había provocado yo misma, al refugiarme en una simple ilusión, una fantasía que nunca existió, por lo menos no, para mi.

Sentí deseos de morir, porque no quería volver a sentir algo así y busque algo confusa en mi escritorio, una navaja, esperando detener el dolor. Destapé mis pies y deslicé lentamente la navaja por mis tobillos, viendo claramente como mi piel se abría y la sangre escurría por mis pies… tranquilidad, por un momento el dolor físico se mezclo con mis sentimientos y como una formula de anulación, ambos desaparecieron. Volví a repetir varias veces el mismo procedimiento, mientras miraba como la sangre se acumulaba en la alfombra blanca, coloreando el frío en ella. Cuando ya no había donde mas atravesar mis tobillos dirigí la mirada hacia mi muñeca izquierda y de forma paralela a mi circulación sanguínea volví a deslizas aquel ladrón de sentimientos por mi cuerpo, gradualmente mis ojos se fueron nublando y la confusión hizo que detuviera mi ritual, vagamente puedo recordar lo que después aconteció, solo sé que mis lagrimas frenaron por una eternidad, mi dolor también cesó perennemente pareciendo aliviar la tensión, que aun continuo después de mi muerte.





Cobarde

miércoles, 21 de octubre de 2009

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No he escrito mucho este ultimo tiempo… y me detengo a pensar si será por simple casualidad o algún motivo arraigado en algo escondido que gatilla este desgano a plasmar lo que siento sobre un pequeño trozo de papel.

Me tomo un tiempo para meditar

El miedo detiene mi mano impulsiva, detiene mi ansiedad por escribir, pero más que nada frena el deseo autodestructivo de ver la verdad escrita en un papel, ha sido largo el tiempo para pensar y poder tomar una decisión o mas bien poder llevar a cabo lo que la razón dice y lo que no dicta el corazón, pero aun así no encuentro la fuerza dentro de mi, lo correcto está a simple vista y no puedo.

Nuevamente intento tomar el lápiz, pero un pensamiento fugaz me frena una vez más.

Si pudiera borrar de mi mente las cosas que me mortifican seria igualmente incorrecto, ¿Quién es mas pecador? El que lo hace con remordimientos o el que lo hace sin sentir pesar alguno, porque si fuera así quizás estos fantasmas desaparecerían.

Recorre una sensación fría mi cuerpo al volver al mirar el papel en blanco sobre la mesa del escritorio, alumbrada con la tenue luz de una lámpara pequeña.

Si escribo lo que sucede ya no habrá vuelta a tras, se habrá vuelto real, concreto, sin perspectivas múltiples, solo lo que es y será, criticas, miradas de desprecio y lastimas quizás se obtendrán a cambio y no podré seguir viviendo mi mentira, mi simple fantasía, todo se desmoronará y no quedara mas que un simple recuerdo.

Cuando volví a mirar el escritorio, la hoja en blanco ya no estaba, yacía guardada en el cajón de donde provenía.

Quizás en otro momento, hoy prefiero ser cobarde.





lunes, 12 de octubre de 2009

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A veces me pregunto ¿que hago conmigo?

Quisiera saber que es lo que espero

Y si realmente lo que espero es lo que quiero

Sin temor al dolor

Sin olvidar mis sentimientos

Ser realmente motivada por el amor

Y no por algo que se le asemeja

A veces me pregunto ¿que hago conmigo?

Si camino por un sendero iluminado

¿Tengo que sentir tanto miedo a la oscuridad?

Quisiera saber que es lo que busco

Tan desesperadamente dentro de ti,

Si será algo que perdí

O algo que simplemente deseo sentir

Justo cuando mi cabeza da vueltas

Y la sangre por mis manos se vuelve oscura

El desenfreno de mi mente atormenta mi cuerpo

Cuando la vida se vuelve vacía

Y de a poco pierdo la sonrisa

Locas ganas de poder

Ira incontrolable

Y de nuevo paz

Silencio…

Junto al sonido de mi respiración agitada

Que trata de contener el descontrol

Que oprime mi ser

Mantiene cautiva mi alma

Y me mantiene en un coma psicógeno.