Hoy detuve mi tiempo pensando en ti
Recordando en como te miraba
Anhelando de ti una sola mirada
Que me diera fuerzas para seguir
Hoy detuve mi tiempo
Para recordar, tus chaquetas de cuero
Para recordar la guitarra en tus manos
Para olvidar que me mantuviste enamorada casi 3 años
Viví una mentira,
Jugué con la realidad
Y solo una vez fui capaz de pedirte nos juntáramos
Con un miedo que aterro a mi corazón
Soñé varias noches antes nuestro encuentro, hasta el punto en perder el sueño, por los nervios, por los nervios de tenerte frente a mi, por los nervios de no saber que decir.
Así fue como llego el día, y mi estomago lo sentía, mis manos histéricas no descansaban y mis ojos brillaban.
Solo por nervios llegue antes a nuestro encuentro, lo que fue peor, ya no aguantaba las ansias de verte, mi imaginación ya no cabía en mi cabeza, mi emoción ya no cabía en mi corazón
Llegaste y al mirarme, corriste, pidiendo perdón por hacerme esperar aunque yo muy bien sabia que no era su culpa, yo había llegado muy temprano.
Eras lo que esperaba, siempre lo fuiste, siempre fuiste lo que soñé para mi.
Con una hermosa sonrisa me dijiste – ¿Vamos?, y me hipnotizaste por unos segundos que parecieron eternos al observar tus hermosas facciones, luego de eso asenti con mi cabeza… caminamos un buen rato, hablando de música, historia, libros y sueños… siempre me ha parecido difícil hablar de estas cosas con la gente pero contigo fue algo totalmente natural, creo que también lo sentiste. Nos sentamos un momento en el pasto verde de primavera y bajo el sol firme de verano, y tus cabellos desordenados jugaban con la brisa de otoño, en una interminable mezcla estacional.
Mi corazón palpitaba lentamente, siempre en total armonía y se me escapaba un suspiro cada ves que sonreías, así se fueron horas como minutos, y el atardecer nos recordó que debíamos retirarnos. Nunca jugué a la seducción, no quería que fuera algo rápido, quería algo con tiempo, algo para recordar, algo que aun no puedo olvidar, porque nunca te volví a ver.