Epifanía de Invierno

sábado, 31 de julio de 2010

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Ella se encontraba frente a su ventana mirando como caían las ultimas gotas de lluvia de la estación, le parecía fantástico poder observar el agua deslizar por las hojas de los árboles para dar a las ramas y así llegar al suelo en un viaje menos traumático, imaginaba lo fantástico que era saber donde tener que llegar, saber el propósito de la existencia y saber que todo lo que uno podía hacer iba a dar a algo mas trascendental.

Pensaba que su vida era vacía, que las nociones que tenia eran las erróneas y que luchaba con cosas que no debía y se dejaba llevar en otras que no le correspondía, mientras se detenía la lluvia en su jardín y asomaba el primer rayito de luz por entre las oscuras nubes cargadas de rabia y dolor.

De pronto frente a ella un pájaro de terciopelo azulado revoloteaba buscando algún lugar donde detenerse, como su corazón buscó el amor en una fría habitación atormentada por recuerdos inexistentes en algún momento de su vida. Todas las ramas mojadas eran totalmente inseguras para sostener la presencia de la pequeña ave, hasta que pudo divisar una pequeña rama protegida de la lluvia donde poso su frágil cuerpo y comenzó a hacer su nido. Desde hace mucho tiempo que su corazón no contaba con una ramita que lo sostuviera ni apoyara cuando se sintiera cansado, pensó ella.

Tomó su abrigo y salio al jardín para poder observar mejor al hermoso pajarito, con una bufanda en el cuello y unos mitones en sus blancas manos no sintió frío alguno, sus enormes ojos negros no perdían de vista al ave que comenzaba a idear su nido, así fue por toda la tarde, ramita tras ramita entre tejidas para darle forma a su nido, ella se encontraba fascinada con el trabajo que llevaba el pequeño animal, pero de pronto una gota cayó en su rosada mejilla y sus ojos se dirigieron al cielo, las nubes nuevamente se encontraban haciendo acto de presencia, así como una esposa celosa, se veían mas negras y furiosas que la ultima vez, con la clara intención de desligarse de toda su ira. La pequeña ave con el poco tiempo que contó no pudo preveer tal situación, y lamentablemente sucumbió bajo la fría lluvia… los ojos de la muchacha brillaron mas que nunca y una lagrima escapo de sus pestañeos, sus largo cabellos negros todos empapados dibujaban la silueta de su blanco y triste rostro, que se trisaba cada vez mas al ver como el nido del pequeño animal era destrozado por sentimientos de mala procedencia, por las horribles intenciones de algo mas grande, pero que pertenecía a algo trascendental. Desde ese momento la muchacha cerró sus ojos y deseo no volver a desear saber mas de lo que en ese momento sabia de su vida y cerró su corazón para que nunca mas buscara un lugar donde anidar.